Lo primero que me vino a la cabeza:
-¡Como soy nueva, paso sin saludarlo, como si no lo conociera!, -pensé inmediata-
mente- ¡ja, eso me creía yo!
Nada más que me vio, se colocó en medio de la perta y mirándome me dijo desde allí-¡Con ud. quiero hablar!
Las piernas me empezaron a temblar de tal manera, que pensé que me caería de rodillas delante de él, pero aunque así fuera, yo me mantendría en pie aunque agotara toda mi enegía en conseguirlo, ¡morir antes que demostrar que era una persona débil!
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